En lo corrido del año 2019 la ANLA muestra indicadores positivos de su gestión

La planeación, la incorporación del tablero de control para medir la gestión de cada uno de los sectores y el compromiso del equipo de trabajo ha llevado a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a eliminar en un alto porcentaje el rezago que se venía presentando en el trámite de expedientes de licenciamiento ambiental y a aumentar su oportunidad de respuesta en las solicitudes respectivas.

Entre enero y el 10 de abril del presente año, en los cinco sectores que maneja la entidad (Hidrocarburos, Infraestructura, Energía, Minería y Agroquímicos y Proyectos Especiales), solo 5 solicitudes han sido resueltas por fuera de términos de la normatividad ambiental vigente, con un tiempo promedio de respuesta de 54 días hábiles.

En lo trascurrido del año, con vencimiento de términos se tenían 30 solicitudes de licenciamiento ambiental y según el tablero de control que maneja la Oficina Asesora de Planeación de la entidad (OAP), 25 de ellas han sido resueltas dentro de los términos previstos por la normatividad ambiental. Según la OAP, la oportunidad de respuesta se elevó en lo corrido del año al 83.33%, mostrando con resultados una alta calidad técnica y jurídica en las repuestas emitidas por la entidad.

Así mismo, desde el 7 de agosto de 2018, a partir de la meta de los segundos 100 días del presidente Iván Duque, la entidad emitió respuesta a 20 solicitudes de vigencias anteriores (solicitadas entre los años 2013-2017), quedando al 4 de abril con el 100% de las solicitudes aptas de evaluar, resueltas mediante acto administrativo.

En el sector de infraestructura, solo 2 expedientes están por fuera de término, una de ellas con vencimiento de 12 días y otra que está en proceso de evaluación.

“Desde el año pasado diseñamos una hoja de ruta fundamentada en 4 ejes: una ANLA transparente, eficiente, oportuna y cercana al ciudadano y al usuario”, afirmó el director de la entidad, Rodrigo Suárez Castaño.

Aunque ha sido necesario atender contingencias de gran magnitud y decisiones de alta complejidad como Hidroituango y los rellenos sanitarios Doña Juana (Bogotá) y El Carrasco (Bucaramanga), gracias a la planeación y al trabajo en equipo se ha podido cumplir con las metas establecidas en actividades de las áreas misionales de evaluación y seguimiento.


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