La líder de valoración económica de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, Yolanda Casallas Abril, recordó ante un auditorio de la Universidad de los Andes que todos los proyectos que solicitan a la entidad una licencia ambiental, modificación de licencia o Plan de Manejo Ambiental (PMA) bajo el régimen del decreto 1076 de 2015, tienen el instrumento de evaluación económica.
En el Seminario Estudios sobre Economía Ambiental, Recursos Naturales, y Aplicada (REES-EfD), organizado por la Facultad de Economía y dirigida a profesores, estudiantes y personas de diferentes entidades públicas y privadas, la expositora agregó que este requisito se agrega a las modificaciones de las licencias, “sin excepción”.
Casallas Abril definió la evaluación económica ambiental como el análisis económico que permite expresar en términos monetarios los cambios en los bienes y servicios ecosistémicos o el bienestar de las personas causados por la ejecución de proyectos de desarrollo.
Esta herramienta, agregó, permite asignar valores cuantitativos a los bienes y servicios prestados por los recursos naturales independientemente de si existen o no precios de mercado que ayuden a hacerlo.
Recordó que la evaluación económica ambiental hace parte del análisis integral del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), que es la propuesta que presentan los interesados en obtener una licencia de la ANLA.
Este requisito aplica para los cinco sectores que evalúa la entidad en Colombia: hidrocarburos, gran minería, infraestructura, energía y agroquímicos.
Sobre la importancia de la valoración, la exposición señaló que sirve para saber el monto de depreciación del “capital natural” con el fin de determinar su correcta recuperación, conservación y uso antes y después del proyecto.
Además, a la autoridad ambiental le permite tener una idea del valor total de la externalidad y orientar la determinación de los objetivos y montos finales de la compensación socioeconómica al realizar una aproximación a la estimación de los daños causados por el proyecto.
Sostenibilidad
También posibilita la toma de decisiones de las autoridades frente a la selección de un proyecto ambiental y socialmente sostenible.
Casallas Abril dijo que la ANLA pasa por el filtro de la evaluación económica todos los impactos y la jerarquización de los mismos le permite a la autoridad impedir que se dejen de tener en cuenta alguna afectación.
Explicó que los tipos de afectaciones considerados por la ANLA son aquellos sobre las personas, los ecosistemas y procesos biológicos, sistemas no vivientes (materiales de infraestructura, por ejemplo) y componentes de existencia y cuasi existencia (patrimonio cultural y relaciones sociales).
Un espacio importante de la exposición se dedicó a recordar que la ANLA trabaja en proyectos para estimar los impactos acumulativos del sector hidroeléctrico a escala de macrocuenca, es decir, los evalúa de manera regional y no de forma aislada.
Finalmente, mostró que el componente de evaluación económica no solo hace parte de la evaluación y seguimiento de proyectos, sino que también apoya en casos tan importantes como la selección de alternativas en la carretera Palermo-Tasajera. Argumentó que era más costoso en términos de bienestar social el desmantelamiento de la Hidroeléctrica del Quimbo, se refirió a los costos de las afectaciones de la contingencia del pozo Lisama 158 y de Hidroituango a partir del uso de herramientas propias de la ANLA, entre otros; lo que indica que el componente también hace parte de la política pública del país.