El grupo de Agroquímicos y Proyectos Especiales de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, realizó varios seguimientos a zoocriaderos en la costa norte de Colombia donde se realizan actividades de reproducción de especies como tortugas y babillas.
La zoocría es una herramienta que trae varias ventajas como el conservar especies en vías de extinción con el fin de trasladar algunos ejemplares a los ambientes naturales en caso de ser necesario.
También previene la cacería ilegal que tiene como propósito el tráfico no regulado de pieles y otras partes del animal y el comercio de las especies mismas.
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, hace seguimientos periódicos a varios zoocriaderos. La mayoría de estos centros en Colombia se ubican en el norte del país donde son una fuente de empleo.
En mayo la entidad hizo seguimiento, entre otros, a los zoocriaderos Caicsa S.A.S, ‘Zoocriadero de Morrocoy’ y Babi de Colombia S.A.S.
En la Sociedad Comercial Colombian Agroindustrial Company, Caicsa S.A.S, ubicada en Santiago de Tolú, Sucre, los técnicos de la ANLA evaluaron la solicitud de otorgar saldos de los cupos de babilla (Caiman crocodilus fuscus) y caiman aguja (Crocodylus acutus) y se verificó la entrega de cupos para esta última especie.
Estos animales se encuentran en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, Cites.
También se visitó el ‘Zoocriadero de Morrocoy’ en Valledupar (Cesar) con el fin de verificar aspectos físicos y bióticos del proyecto, realizar conteo total de las tortugas de la especie Geochelone carbonaria y un muestreo dirigido a tallas. Parte de esta diligencia contó con el acompañamiento de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar.
En el Zoocriadero Babi de Colombia S.A.S, ubicado en Magangué, Bolívar, y dedicado al Caiman crocodilus fuscus, la ANLA supervisó parentales, la infraestructura y el inventario general del marcaje.