En la segunda reunión informativa convocada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) sobre Chivor II y Norte 230 kv, que busca transportar energía hacia el centro del país, habitantes de Machetá, Cundinamarca, expresaron sus inquietudes y preocupaciones en torno a los impactos ambientales, sociales y económicos del proyecto.
“Necesitamos mayor información sobre el trazado, la ubicación de las torres y los planes de mitigación establecidos por la Empresa de Energía de Bogotá”, dijo Ivón Gómez, quien anunció la radicación de un documento en el que se recogen las inquietudes de un grupo de pobladores de la región.
En la reunión estuvieron presentes los personeros de Machetá y Tocancipá, quienes invitaron a la ciudadanía a participar activamente en este tipo de escenarios y a formular sus opiniones e inconformismos relacionados con el proyecto, que tiene influencia en 20 municipios de Boyacá y Cundinamarca.
Viviana Castro, habitante de Machetá, se quejó de los posibles efectos de la línea de transmisión y señaló que su comunidad tiene derecho al agua y al ambiente sano. “Nos están vulnerando derechos fundamentales, advirtió, tras indicar que se tiene conocimiento de abusos relacionados con el pago por servidumbre. “No están pagando lo justo”, afirmó.
Por su parte, Juan Carlos Hernández, de la vereda San Bernabé, sostuvo que no está de acuerdo con el trazado, pues se tendrá un impacto negativo sobre la vegetación y los acuíferos. “También están pasando por los predios sin autorización”, indicó.
Gabriel Martínez, coordinador ambiental del proyecto, se refirió a cada una de las inquietudes relacionadas con la servidumbre, los programas de mitigación, la protección de las cuencas hídricas y la socialización hecha con la comunidad, entre otros aspectos.
“La ley establece los procedimientos para la indemnización por servidumbre, que es independiente al licenciamiento ambiental”, precisó el delegado de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), Álvaro Gómez, quien explicó las características de los proyectos energéticos.
Pompilio Castro, habitante del Valle de Tenza, se refirió a las desventajas que tiene la comunidad en los proyectos de “interés general” y manifestó que en el caso de la línea de transmisión los dueños de los predios no tienen ninguna alternativa para evitar el trazado y la ubicación de las torres.
Camilo Andrés Calderón dijo que el proyecto provocará alteración de algunas reservas forestales que se encuentran el trazado de las líneas de transmisión y solicitó verificar con detalles las características del terreno donde se van a instalar las torres.
“El proyecto no va a pasar en forma directa ni indirecta las reservas”, precisó el director ambiental del proyecto, Gabriel Martínez, tras señalar que ello se puede observar en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
En la reunión, a la que asistieron alrededor de 60 personas, se hizo énfasis en la necesidad de cuidar los ecosistemas y realizar cambios en el trazado, para minimizar el impacto ambiental.
La secretaria de Gobierno de Macheta, Deisy Hernández, también intervino en el encuentro y señaló que la administración municipal radicó un oficio ante la ANLA dando a conocer algunas irregularidades en el proyecto.
Como se ha venido informando, el trazado tiene influencia sobre la jurisdicción de 20 municipios cundiboyacenses: San Luis de Gaceno, Santa María, Macanal, Garagoa, Tenza, Sutatenza, y Guateque (Boyacá); y Tibirita, Machetá, Chocontá, Sesquilé, Suesca, Gachancipá, Nemocón, Cogua, Zipaquirá, Tabio, Subachoque, Madrid y Tenjo, en Cundinamarca.
La próxima reunión informativa sobre Chivor II y Norte se realizará este sábado en Gachancipá y una adicional en Subachoque, el lunes 2 de julio.
Estos encuentros son previos a las dos audiencias públicas programadas, una en Guateque (Boyacá) el 25 de julio próximo y la segunda en Tabio (Cundinamarca), el 29 del mismo mes.