Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 – Naciones Unidas (ONU) – Cumbre de la Tierra – Desarrollo Sostenible – Medio Ambiente – Derechos Humanos – Carta de las Naciones Unidas – Medio ambiente y Economía – Agua – Energía – Salud – Agricultura – Diversidad Biológica (Biodiversidad) – Derechos Humanos Universales – Pobreza – Reducción de la Pobreza – Deterioro Ambiental – Cambio Climático – Desastres Naturales – Vulnerabilidad – Recursos Naturales – Servicios Básicos – Tecnología – Financiamiento para el Desarrollo – Poblaciones Indígenas – Multilateralismo [Declaración de Estocolmo de 1972 sobre el Medio Humano] [Constitución Política de 1991, artículos 79 y 80] [Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992] [Ley 99 de 1993, artículos 1, 3] [Sentencia C – 528 de 1994] [Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible de 2002]
Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 – Naciones Unidas (ONU)
La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 en Johannesburgo (Sudáfrica) adoptó una declaración política y un plan de implementación que incluyó disposiciones que cubren un conjunto de actividades y medidas que deben tomarse para lograr un desarrollo que tenga en cuenta el respeto por el medio ambiente. De este modo, esta Cumbre, que contó con la participación de más de un centenar de jefes de Estado y de gobierno y decenas de miles de representantes gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, dio como resultado, después de varios días de deliberaciones, decisiones relacionadas con el agua, la energía, salud, agricultura, diversidad biológica y otras áreas de interés.
La Declaración de Johannesburgo sobre Desarrollo Sostenible fue aprobada durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica, en 2002.
La Declaración se basa en los principios de los derechos humanos universales, así como intenta impulsar el desarrollo sostenible en todos los ámbitos como económico, social y ambiental, demostrando que la reducción de la pobreza es posible a través de este desarrollo sostenible. El documento también retoma los principios acordados en las conferencias anteriores del Medio Ambiente y el Desarrollo en Estocolmo 1972 y Río de Janeiro 1992.
Desde nuestro origen hasta el futuro
Los representantes de los pueblos del mundo, reunidos en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en Johannesburgo (Sudáfrica) del 2 al 4 de septiembre de 2002, reafirmamos nuestro compromiso en pro del desarrollo sostenible.
Al comienzo de la Cumbre, los niños del mundo, con palabras sencillas y claras, han dicho que el futuro les pertenece y han desafiado a que actuemos de manera tal que ellos puedan heredar un mundo libre de las indignidades y los ultrajes que engendran la pobreza, la degradación ambiental y el desarrollo insostenible.
Se asume la responsabilidad colectiva de promover y fortalecer, en los planos local, nacional, regional y mundial, el desarrollo económico, desarrollo social y la protección ambiental, pilares interdependientes y sinérgicos del desarrollo sostenible.
Desde este continente, cuna de la humanidad (África), proclamamos, por medio del Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible y la presente Declaración, nuestra responsabilidad hacia nuestros semejantes, hacia las generaciones futuras y hacia todos los seres vivientes.
Reconociendo que la humanidad se encuentra en una encrucijada, se han unido resueltos a responder de manera positiva a la necesidad de formular un plan práctico y concreto que permita erradicar la pobreza y promover el desarrollo humano.
De Estocolmo (1972) a Río de Janeiro (1992) a Johannesburgo (2002)
En 1972, en Estocolmo (Suecia), se pusieron de acuerdo sobre en que era apremiante la necesidad de abordar el problema del deterioro ambiental. En 1992, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro (Brasil), se convino en que la protección del medio ambiente, el desarrollo social y el desarrollo económico eran fundamentales para lograr el desarrollo sostenible basado en los principios de Río. Para alcanzar este objetivo, en 1992 se aprobó un programa de alcance mundial titulado “Programa 21” y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, a los cuales se reafirma la adhesión en esta nueva Delcaración. La Conferencia de Río constituyó un hito importante que permitió establecer un nuevo plan de acción para el desarrollo sostenible.
En el intervalo entre la Conferencia de Río y la de Johannesburgo, las naciones del mundo se han reunido en varias grandes conferencias bajo los auspicios de las Naciones Unidas, entre ellas la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y la Conferencia Ministerial de Doha. Estas conferencias definieron para el mundo una amplia visión del futuro de la humanidad.
Los grandes problemas que debemos resolver
Se reconoce que la erradicación de la pobreza, la modificación de pautas insostenibles de producción y consumo y la protección y ordenación de la base de recursos naturales para el desarrollo social y económico son objetivos primordiales y requisitos fundamentales de un desarrollo sostenible.
El medio ambiente mundial sigue deteriorándose. Continúa la pérdida de biodiversidad; siguen agotándose las poblaciones de peces; la desertificación avanza cobrándose cada vez más tierras fértiles; ya se hacen evidentes los efectos adversos del cambio del clima; los desastres naturales son más frecuentes y más devastadores, y los países en desarrollo se han vuelto más vulnerables, en tanto que la contaminación del aire, el agua y los mares sigue privando a millones de seres humanos de una vida digna.
Nuestro compromiso con el desarrollo sostenible
La Cumbre de Johannesburgo se centró en la atención en la universalidad de la dignidad humana y estamos resueltos, no sólo mediante la adopción de decisiones sobre objetivos y calendarios sino también mediante asociaciones de colaboración, a aumentar rápidamente el acceso a los servicios básicos, como el suministro de agua potable, el saneamiento, una vivienda adecuada, la energía, la atención de la salud, la seguridad alimentaria y la protección de la biodiversidad. Al mismo tiempo, colaboraremos para ayudarnos unos a otros a tener acceso a recursos financieros, beneficiarnos de la apertura de los mercados, promover la creación de capacidad, utilizar la tecnología moderna para lograr el desarrollo y asegurarnos de que se fomenten la transferencia de tecnología, el mejoramiento de los recursos humanos, la educación y la capacitación a fin de erradicar para siempre el subdesarrollo.
Se reconoce la realidad de que la sociedad mundial tiene los medios y los recursos para responder a los retos de la erradicación de la pobreza y el logro del desarrollo sostenible que enfrenta toda la humanidad. Unidos redoblaremos nuestros esfuerzos para que esos recursos disponibles sean aprovechados en beneficio de todos.
A fin de contribuir a la consecución de nuestras metas y objetivos de desarrollo, se insta a los países desarrollados que no lo hayan hecho a que tomen medidas concretas para alcanzar los niveles internacionalmente convenidos de asistencia oficial para el desarrollo.
Se reafirma el papel vital de las poblaciones indígenas en el desarrollo.
El multilateralismo es el futuro
Para lograr los objetivos de desarrollo sostenible, se necesita instituciones internacionales y multilaterales más eficaces, democráticas y responsables de sus actos.
Se reafirma la adhesión a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y al derecho internacional, así como al fortalecimiento del multilateralismo. Se apoya la función rectora de las Naciones Unidas que, por ser la organización más universal y representativa del mundo, es la más indicada para promover el desarrollo sostenible.
Como lograrlo
De acuerdo en que debe ser éste un proceso inclusivo en el que han de intervenir todos los grandes grupos y gobiernos que han participado en la histórica Cumbre de Johannesburgo.
Compromiso en aunar esfuerzos, resueltos a salvar nuestro planeta, promover el desarrollo humano y lograr la prosperidad y la paz universales.
Desde el continente africano, cuna de la humanidad, nos comprometemos solemnemente, ante los pueblos del mundo y las generaciones que heredarán la tierra, a actuar para que se haga realidad el desarrollo sostenible, que es nuestra aspiración común.
Fuente: Naciones Unidas (ONU)