Tras la reunión informativa realizada este viernes en el municipio de Saravena, departamento de Arauca, quedó lista la audiencia pública solicitada por la comunidad para fijar su posición en torno al “Área de Perforación Exploratoria Berilo Llanos 38”, un proyecto petrolero que tiene influencia en 26 veredas de Saravena y 4 de Arauquita.
“Estos espacios son los legítimos para que la comunidad exponga sus ideas y sus inquietudes y que la vocería no se haga a través de terceros”, dijo el alcalde de Saravena, Yecid Lozano Fernández, quien intervino en el acto de iniciación del encuentro.
A la reunión, que se prolongó por espacio de cinco horas y media, contó con una masiva participación de la ciudadanía, que llegó –principalmente-, de áreas rurales donde tiene influencia directa e indirecta el proyecto.
El 29 de septiembre pasado, la reunión informativa, que es previa a la audiencia pública, fue suspendida por recomendación de las autoridades locales, quienes argumentaron riesgo para el desplazamiento de la comunidad dadas las condiciones de orden público.
“Que nadie decida por ustedes, es la ciudadanía la que tiene que pronunciarse sobre este proyecto”, afirmó el alcalde Lozano Fernández, quien destacó la presencia masiva de público en el coliseo deportivo Jacinto Jerez Archila de Saravena.
Se calcula que asistieron más de 460 personas, quienes escucharon de manos de Ecopetrol las características del proyecto, los planes de manejo ambiental, la contribución social y otro tipo de variables como la construcción, mantenimiento y reparación de vías que sean necesarias para la operación del complejo de hidrocarburos en caso de que se confirme su viabilidad.
En términos generales, se presentaron cinco grandes preocupaciones por parte de los asistentes que intervinieron o enviaron sus preguntas: impacto ambiental –sobre todo en los acuíferos-, empleo de mano de obra local, uso de las vías, contaminación por partículas atmosféricas y escasez de beneficios sociales y económicos.
“Quién va a hacer el seguimiento de la mano de obra que nos prometen; aquí traen todo el personal de Casanare”, afirmó Guillermo Rivera, quien fue uno de los primeros en pedir la palabra en la reunión, que se prolongó por espacio de cinco horas y media.
Héctor Sanabria, encargado de planeación del proyecto por parte de Ecopetrol, respondió la inquietud y señaló que para el caso de la contratación de personal se contará con la participación del Sistema Público de Empleo y que también podrán estar atentas las personerías municipales y la propia comunidad.
Sanabria aprovechó la oportunidad para precisar que este es apenas un proyecto, que primero tiene que pasar por varias etapas, algunas de las cuales ni siquiera se han iniciado, entre ellas la perforación, explotación, transporte y comercialización.
José Manuel Román, otro de los intervinientes en la jornada, se refirió al riesgo ambiental de especies nativas y señaló que expone ese asunto porque en el caso de los campos de Caño Limón, las afectaciones han sido importantes y no se observan procesos de restauración.
Por su parte Bernardo Argüello, de la Asociación de Compañías Comunitarias, advirtió que actualmente se presentan sequías fuertes debido a los intensos veranos. “Si eso es así, sin explotación petrolera en la zona, cómo será cuando empiecen a utilizar los acuíferos para la extracción de crudo”, se preguntó y señaló que la Laguna de Lipa está agonizando por el manejo irracional de sus aguas.
Durante las intervenciones se mencionó con insistencia la pobreza que caracteriza a las regiones petroleras y la necesidad de fortalecer, a cambio de la industria del petróleo, la producción agrícola y la ganadería.
“Los municipios, como los nuestros, se quedan con las manos vacías, y por tanto, no vale la pena la explotación de nuestros territorios”, manifestó Ana Delis Mora, quien llegó de la zona rural en uno de los 18 buses que se dispusieron en los sitios de encuentro.
Además de las inquietudes que fueron leídas ante el público, hubo 27 preguntas dirigidas a la delegación de Ecopetrol y al equipo técnico y jurídico de la ANLA sobre diversos aspectos, algunas de las cuales se referían a asuntos distintos a la competencia de la reunión como el uso de las regalías, el futuro del precio internacional del crudo y los apoyos previstos para la seguridad alimentaria. Aunque hubo aplausos a intervenciones como “no queremos petróleo”, “el agua es vida”, y “no cambiamos nuestra vocación agrícola por el petróleo”, la reunión se realizó sin mayores contratiempos y, en términos generales, se cumplieron los tiempos establecidos para que todos los asistentes que desearan participar lo hicieran.
Ahora viene la audiencia pública como tal, cuya fecha prevista es el 24 de noviembre próximo, y se espera una nutrida asistencia, pues se ha hecho un gran esfuerzo de divulgación y motivación para que los habitantes que están en la zona de influencia participen activamente.
“Nos interesa que la ciudadanía participe en estos mecanismos de participación”, anticipó la directora de la ANLA, Claudia Victoria González Hernández, quien recientemente en el acto de rendición de cuentas de la entidad, recordó que en el presente año ya se han realizado siete audiencias públicas en sectores como hidrocarburos, energía, infraestructura y minería.
La primera de ellas fue la de Termopaipa, en enero pasado, y luego la de la Unidad Funcional 1, en Restrepo (Meta), sobre la vía que une a Villavicencio con Yopal, en Casanare.