Varios zoocriaderos fueron objeto de seguimiento por parte del grupo de Agroquímicos y Proyectos Especiales de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, durante el mes de junio en departamentos como Cundinamarca, Sucre y Córdoba.
El Zoocriadero Lírica, ubicado en Puerto Salgar, Cundinamarca, recibió una visita de verificación para otorgamiento de cupos de aprovechamiento de las producciones de 2017 de babilla (caiman crocodilus fuscus) y caimán aguja (crocodylus acutus); estas especies se encuentran listadas en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres-CITES.
En Sucre se visitaron dos centros de esta naturaleza en el municipio de San Marcos.
Los zoocriaderos Agroisaser y Crocofactory tuvieron seguimiento a las resoluciones de cupos, verificación de los encierros, el tamaño de estos, del inventario total del lugar, mortalidades, egresos, salvoconductos. Además se realizó el conteo total y la verificación de pieles.
En los municipios de Buenavista y Planeta Rica, Córdoba, los zoocriaderos Los Caimanes y Reptilandia también fueron objeto de seguimiento.
En el primero se revisó la infraestructura, la documentación del manejo del lugar y se hizo un recorrido por la infraestructura relacionada para la verificación de aspectos físicos y bióticos.
Además se realizó conteo total de las producciones 2017 y 2018 para la especie caiman crocodilus fuscus, así como muestreos al azar de animales de estas producciones para verificación de tallas y corte de verticilo. También se adelantó la verificación de microchips, talla y sexo de parentales de la misma especie.
En Reptilandia se hicieron actividades similares. Este lugar está enfocado en las especies caiman crocodilus fuscus y caiman cocodrylus acutus.
La zoocría es una herramienta que trae varias ventajas como el conservar especies en vías de extinción con el fin de trasladar algunos ejemplares a los ambientes naturales en caso de ser necesario.
También previene la cacería ilegal que tiene como propósito el tráfico no regulado de pieles y otras partes del animal y el comercio de las especies mismas.
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, hace seguimientos periódicos a varios zoocriaderos. La mayoría de estos centros en Colombia se ubican en el norte del país donde son una fuente de empleo.