La laguna de Fúquene, uno de los ecosistemas acuáticos de alta montaña más importante de los Andes del Norte, será recuperada gracias a la adquisición de un equipo de dragado de corte y succión, y dos excavadoras anfibias.

Dicha maquinaria será destinada a la remoción de malezas acuáticas, lodos y sedimentos acumulados sobre el espejo de agua de la laguna, con lo cual se busca prevenir el deterioro en la calidad del agua ya que, al retirar el material vegetal y los sedimentos, se evita que la concentración de oxígeno disuelto del cuerpo hídrico disminuya.

La cuenca de la Laguna de Fúquene, ubicada en jurisdicciones de Boyacá y Cundinamarca, ha sufrido un grave proceso de deforestación y hoy en día sólo queda el 5% del bosque nativo original. Esto ha causado erosión y por lo tanto sedimentación de la laguna, la cual gracias a estos aportes y las aguas residuales que recibe, ha perdido casi 3 metros de profundidad y alrededor del 50% de su capacidad de almacenamiento de agua.

Grandes extensiones de la cuenca han sido reforestadas con eucaliptos, pinos y acacias negras, lo cual ha tenido un impacto negativo en el suelo y ha evitado el crecimiento de las especies nativas de la zona y la regeneración natural del bosque.

La ANLA expidió la certificación requerida para que la CAR obtenga el beneficio tributario para la adquisición de la maquinaria sin IVA, lo que significa un ahorro para la entidad estimado en 2.500 millones de pesos, procedente de una inversión total de 13.285 millones de pesos.

Durante el primer año, el beneficio ambiental que se logrará consiste en la limpieza y recuperación de aproximadamente 80 hectáreas de superficie del cuerpo de agua de la laguna, en la cual más del 50% presenta colmatación por malezas acuáticas. En adición a lo anterior, con los equipos se estima que se realizará la remoción de 1.000.000 m3/año de material en la laguna.

“Estos beneficios tributarios son muy importantes, toda vez que la Laguna de Fúquene requiere ingentes esfuerzos para promover su recuperación y volver a ser un ecosistema como en el pasado”, afirmó la directora de la ANLA, Claudia Victoria González Hernández.