En una reunión con empresarios -nacionales y extranjeros-, que hacen parte del Comité Ambiental Minero Energético de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Rodrigo Suárez Castaño, presentó apartes de la nueva visión de la entidad, que tiene como ejes centrales la gestión oportuna, transparente y de calidad, tanto para los usuarios como para la ciudadanía.

Al encuentro acudieron alrededor de 40 directivos de empresas del sector Minero-Energético, que tienen proyectos en diferentes regionales del país. También participó el Subdirector de Instrumentos, Permisos y Trámites Ambientales (SIPTA) de la ANLA, Carlos Alonso Rodríguez.

Suárez Castaño, quien destacó la importancia de que haya una mejor coordinación interinstitucional, una reducción de reprocesos en los trámites ambientales y la construcción de agendas con los sectores de competencia de la entidad (hidrocarburos, energía, minería, infraestructura y agroquímicos y proyectos especiales), dijo que hay una transformación informática que se reflejará en una ANLA moderna y eficiente. vEntre los cerca de 60.000 procedimientos que realiza la entidad, unos 13.500 están relacionados con permisos y trámites ambientales y el resto son actos administrativos (evaluación de licencias), expedientes relacionados con seguimientos a proyectos, atención a usuarios y entradas de información, entre otros.

Sin embargo, los tiempos de respuesta a las solicitudes de licencias ambientales han mejorado entre 2012 y 2018 de 239 a 93 días. Igualmente, con la autoliquidación que se implementó recientemente se pasó de 5 días a 30 minutos.

En materia de seguimiento a los proyectos, el director de la ANLA dijo que se va a elevar al 100 por ciento esta actividad a través de varias estrategias: la incorporación de la información espacial, reportes de monitoreo y contraste de información; mejoramiento de los criterios de focalización de las visitas; e involucrar a las corporaciones autónomas regionales (CAR) con mayor capacidad y transparencia y a los institutos de investigación del Sistema Nacional Ambiental (SINA) en esta tarea.

“Tenemos la visión de una ANLA que aporte a la sostenibilidad del desarrollo”, dijo Suárez Castaño, tras indicar que el sector privado también tiene una tarea muy importante, no solo con el rigor y oportunidad en la información sino también en el trabajo con la comunidad.

Por su parte, el Vicepresidente de Sostenibilidad de la ANDI, Carlos Herrera, destacó el hecho de que se esté pensando en elaborar unas agendas de trabajo con los diferentes sectores y establecer mecanismos que permitan la reducción de la conflictividad en los territorios.

Durante la reunión varios asistentes expusieron sus inquietudes en torno a situaciones actuales como la confluencia de competencias entre las entidades ambientales, la inestabilidad jurídica, los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), los Esquemas de Ordenamiento Territorial (EOT) y los Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográficas (POMCA).

A su vez, el director de la SIPTA, Carlos Alonso Rodríguez, destacó el ejercicio de planeación que se viene realizando al interior de la ANLA y señaló que el trabajo conjunto enfocado a la generación del conocimiento y la gestión, es una opción a la que no hay que temer.