La herramienta permitirá que los ejercicios de evaluación y seguimiento cuenten con información confiable y de primera mano para el análisis y diagnóstico regional.
Con miras a fortalecer los procesos de licenciamiento y seguimiento ambiental, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) desde ahora cuenta con una herramienta que le permitirá abordar cada uno de los componentes que son objeto de evaluación para monitorear todos los aspectos que son relevantes en cada proyecto que licencia en las regiones.
Algo que se destaca del instrumento, es que se alimenta de una gran cantidad de información que viene de entidades que pertenecen al Sistema Nacional Ambiental (SINA), entre esas la ANLA y de los usuarios, lo que permite entender las diferentes dinámicas del territorio y sus componentes para generar alertas en caso tal que sea necesario. Además, permite entender otro tipo de actividades que se desarrollan en las regiones que generan una presión sobre los ecosistemas y determinar causas e impactos acumulativos para poder manejarlos adecuadamente.
Para Ivón Almonacid, ingeniera forestal de la Subdirección de Instrumentos, Permisos y Trámites Ambientales – Sipta-, “el instrumento es de una gran utilidad para áreas como la Subdirección de Evaluación y Seguimiento (SES), ya que trasciende el área de influencia o las obligaciones específicas de un proyecto, lo que arrojará diagnósticos que se tendrán en cuenta para brindar una mayor robustez a la sensibilidad ambiental de todos los medios y todos los componentes. Por otro lado, permitirá hacer un seguimiento adaptativo, es decir, se tienen unas obligaciones, se hace una visita, se tienen medidas establecidas, pero desde el Grupo de Regionalización se determina alguna presión sobre el recurso que es derivada de un proyecto en particular y se procura que sea considerado para adaptar las medidas de manejo y mejorar el seguimiento ambiental”, concluyó.
Durante la presentación de la herramienta ante la Asociación Colombiana de Minería (ACM), se dieron a conocer las próximas acciones a desarrollar, que incluyen el establecimiento de redes de monitoreo regionales para el componente hídrico, superficial y subterráneo, el componente atmosférico (aire y ruido), que busca, que tanto las empresas como las entidades encargadas de realizar los monitoreos, se unan para complementar toda la red para tener información certera sobre lo que pasa, por ejemplo en toda una cuenca, no solamente por la obligación que tiene una empresa sobre algún permiso en particular, bien sea por una ocupación de cause, un vertimiento o una captación.
Así las cosas, en el mediano plazo, la ANLA contará con una herramienta robusta que le permitirá tener a la mano toda la información pertinente para tomar acciones en torno a los proyectos que la Autoridad tiene licenciados en el país.