La ANLA le apuesta a la regionalización y a la participación de la comunidad

Los espacios regionales de autorreflexión para la implementación de los acuerdos de paz se vienen convirtiendo en el mejor instrumento para la coordinación y apoyo interinstitucional para promover el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, una de las prioridades del gobierno nacional.

El fin de semana se llevó acabo el tercer encuentro de Ambiente y Paz con las autoridades locales y regionales, el cual tuvo lugar en el Urabá antioqueño, bajo la convocatoria del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Penud) y la Asociación de Corporaciones Autónomas Regiones (Asocar) y la participación activa de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).

Las conclusiones fueron múltiples, teniendo en cuenta las necesidades de la adopción de estrategias en el marco del cambio climático y los acuerdos de paz, pero en el memorando de entendimiento se destacan el compromiso de las autoridades regionales de trabajar articuladamente en temas como el ordenamiento territorial, la gobernanza forestal, la participación ciudadana y los emprendimientos verdes para apoyar la paz y la reconciliación.

"Son espacios muy interesantes para armonizar políticas, identificar de primera mano la problemática ambiental de los territorios, intercambiar conocimientos con los organismos de investigación y definir políticas y acciones conjuntas en pro del desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente”, afirmó la directora de la ANLA, Claudia Victoria González Hernández.

En el encuentro y posterior taller, que se realizó en Corpourabá, estuvieron presentes entidades del Sistema Nacional Ambiental (SINA) como Cornare, Corantioquia, Parques Nacionales, Ärea Metropolitana del Valle de Aburrá, Invemar, Ideam, gobernación de Antioquia, Alcaldía de Medellín, parlamentarios y autoridades locales.

Fue un encuentro amplio, propositivo y franco, donde el ministro de Ambiente, Gilberto Murillo, hizo énfasis en la importancia de armonizar políticas de acuerdo con los requerimientos del cambio climático y el posconflicto. Quedó claro que hay unos condicionamientos y límites para la intervención de los territorios como las áreas de especial importancia ambiental y cultural, aquellas que presenten vulnerabilidad por desabastecimiento hídrico y las identificadas con problemas de calidad en sus recursos (suelo y agua).

También se abordó el tema de oportunidades de crecimiento verde –para lo cual se requiere apoyo a la innovación y desarrollo tecnológico-, y la importancia de la restauración ambiental como fuente de empleo y bienestar local.

Previamente, ya se habían realizado encuentros y talleres ambientales en el departamento de La Guajira y en Cartagena, donde se abordó la problemática territorial y se fijaron planes de acciones concretos que se abordarán institucionalmente.

La ANLA presenta en cada región su gestión, el estado de licencias y permisos de los proyectos relacionados con infraestructura, energía, minería, hidrocarburos y agroquímicos, y se reúne con las comunidades para escuchar sus inquietudes.

“Estamos fortaleciendo nuestra relación con las comunidades, con las autoridades locales y con los institutos de investigación”, señala la directora de la ANLA, Claudia Victoria González”, quien dice que la participación ciudadana es fundamental en todo el proceso de licenciamiento, seguimiento y evaluación”.