La entidad, dice su directora (e), Claudia Victoria González, tiene el interés de promover todos los mecanismos de participación ciudadana

En una audiencia pública, a la que asistieron alrededor de 800 personas, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), escuchó a la comunidad, a las autoridades regionales y locales y a los estudiantes sobre los impactos ambientales, sociales, económicos y culturales del área de influencia de los municipios de Buriticá, Giraldo y Cañas Gorda, donde se explota oro por parte de la multinacional Continental Gold.

La audiencia estuvo presidida por la propia directora (e) de la ANLA, Claudia Victoria González Hernández, quien destacó la gran afluencia de público, su espíritu cívico y el nivel de sus exposiciones”. “Es un ejemplo de audiencia”, dijo la funcionaria, quien reiteró la decisión de la Autoridad de promover los mecanismos de participación en este tipo de proyectos.

“Queremos una minería responsable, que se convierta en modelo de sostenibilidad y de beneficio para la comunidad”, afirmó en su intervención el alcalde de Buriticá, Humberto Antonio Castaño, tras señalar que la explotación ilegal de los recursos naturales no renovables se debe erradicar.

En la reunión participaron representantes de los Ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Minas, lo mismo que delegados de la Procuraduría, Corantioquia, Defensoría del Pueblo, gobernación de Antioquia y diputados.

“La industria minera seria fomenta el desarrollo de las regiones y del país”, dijo en su intervención Eduardo Alfonso Chaparro, director ejecutivo del Centro de Pensamiento del Agua y del Sector Minero-Energético.

-La industria extractiva, dijo Chaparro, debe estar avalada por la comunidad, que es la creadora de su propio futuro-, y señaló que es importante socializar tanto los impactos de los proyectos como sus beneficios.

Por su parte Isabel Cristina Zuleta, de “Ríos Vivos”, se opuso al desarrollo del proyecto minero. “El agua no se negocia, no se puede comprometer el futuro por un salario ni por unas becas”, subrayó, y advirtió que muchos de quienes intervinieron no tienen conciencia de las implicaciones que tendrá la explotación aurífera en el calentamiento global.

Maribel Tabares, historiadora e integrante del equipo de “Portafolio Verde”, señaló que la minería bien hecha debe cuidar el agua, los ecosistemas, los bosques y el patrimonio cultural, entre muchas otras variables.

Buriticá es un municipio que tiene tradición minera, pero generalmente se ha realizado de manera informal, lo cual ha deteriorado las corrientes hídricas y destruido los bosques.

“Hay que cambiar el paradigma de la actividad minera ilegal”, afirmó María Úzuga Castaño, de la Sociedad Minera Gualanday, quien destacó la necesidad de que las empresas (nacionales o extranjeras) se comprometan con verdaderas políticas de Responsabilidad Social y de Valor Compartido.

Previamente a la audiencia se hizo trabajo en terreno y se realizaron reuniones informativas con la comunidad para escuchar sus inquietudes.


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