Este jueves habrá un nuevo encuentro de la Mesa Técnica creada para estar atenta al desarrollo de la megaobra, considerada como una de las más importantes del país en materia de infraestructura

La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) participará este jueves de la Mesa Técnica que evalúa el estado y realiza el seguimiento al Túnel de la Línea, obra liderada por el Instituto Nacional de Vías (Invías). En el encuentro participan la Contraloría General de la República, las veedurías de Tolima y Quindío, las corporaciones autónomas regionales de los dos departamentos, Invías y la ANLA, que tiene tres expedientes relacionados con la licencia ambiental de la megaobra.

El Túnel de la Línea es el proyecto más largo hasta ahora de este tipo en Colombia, con una extensión de 8,6 kilómetros, pero su ejecución ha sufrido varios tropiezos que han dilatado su avance.

La primera licencia ambiental se otorgó el 24 de agosto de 2001 por el entonces Ministerio del Medio Ambiente en cabeza del Invías para el tramo Nueva Vía Ibagué-Armenia-Túnel de la Línea.

Entre tanto, los permisos para el uso, aprovechamiento o afectación de los recursos naturales asociados con la construcción del proyecto deberían tramitarse ante Cortolima y la Corporación Regional del Quindío.

En 2007 se modificó la licencia ambiental y se autorizó la construcción de las llamadas “Obras Anexas”, correspondientes al tramo de acceso al portal Galicia o Quindío, con el fin de incluir la realización de túneles en lugar de vía a cielo abierto.

La ANLA ha realizado más de 15 actuaciones al proyecto, que incluyen atención a requerimientos, seguimiento ambiental especial, adopción de medidas preventivas, aperturas de investigación, suspensión de construcción de tramos y reconocimiento de terceros intervinientes, entre otras decisiones.

Por incumplimiento, Invías caducó el contrato a la Unión Temporal Segundo Centenario (UTSC), situación que ha generado inconvenientes para el cumplimiento del cronograma de ejecución de la obra.

Sin embargo, los organismos de control, las autoridades ambientales -entre ellas la ANLA-, y las veedurías continúan con el proceso de seguimiento al desarrollo del proyecto, cada una en el ámbito de sus competencias.


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