Durante un debate de control político realizado en la Comisión VI de la Cámara de Representantes, la directora de la entidad, Claudia Victoria González Hernández, explicó los alcances de la entidad en el tema.

La directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), Claudia Victoria González Hernández, precisó que la competencia sobre el control ambiental de los rellenos sanitarios recae sobre las autoridades regionales y locales y que, en algunos casos, como el de El Carrasco, de Bucaramanga, el seguimiento se viene realizando por delegación.

En el debate de control político, citado por los representantes a la Cámara Fredy Antonio Anaya, Víctor Javier Correa y Carlos Eduardo Guevara, se analizó la situación de los rellenos sanitarios en el país y las alternativas de vinculación de los recicladores a los procesos de recolección, manejo y transformación de los desechos.

Sobre una pregunta del Representante Anaya relacionada con las actuaciones de la ANLA frente a El Carrasco de Bucaramanga, la directora de la entidad explicó que se viene haciendo un seguimiento estricto por delegación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Dijo que, por diversas circunstancias, entre ellas la posibilidad de una emergencia sanitaria, es inviable la posibilidad de su cierre, sin tener otras alternativas para la disposición de los residuos que se generan en Bucaramanga, Girón, Piedecuesta y Floridablanca.

Es importante recordar que el relleno sanitario El Carrasco opera bajo la modalidad de emergencia sanitaria, aprobada por las entidades territoriales hasta el 1 de octubre de 2017.

Sin embargo, como consecuencia del seguimiento y atención a las quejas de la comunidad, próximamente se emitirá un acto administrativo al respecto.

La funcionaria también se refirió a las actuaciones de la ANLA en temas de salud pública y sanidad ambiental a través de la ejecución de políticas relacionadas con el posconsumo, que tienen que ver con el manejo, gestión y disposición de residuos como llantas usadas, desechos de bombillos, pilas, computadores, material electrónico, baterías que han cumplido su vida útil, medicamentos vencidos y agroquímicos, y sus envases que ya se han utilizado.

Durante el debate, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, afirmó que, si bien es necesario unificar políticas y coordinar mayor información estadística sobre el complejo tema de los rellenos sanitarios, es necesario trabajar fuertemente en el tema de cultura ciudadana.

El país -dijo- ha avanzado en el tema del reciclaje, pero falta mucho camino por recorrer. En el caso de la separación de los desechos, por ejemplo, aún hay que hacer un gran esfuerzo.

El Ministro reveló que en las cuatro ciudades que visitó el papa recientemente, se recogieron 328 toneladas de basura y, si bien hubo ciudades ejemplares como Villavicencio, muchos de los asistentes a las concentraciones no depositaron los residuos en las canecas que se dispusieron para el efecto.

En el debate también participaron funcionarios de la Superintendencia de Servicios Públicos, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRC), el Departamento Nacional de Planeación (DNP), la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), la Procuraduría Delegada para Asuntos Ambientales y organizaciones de recicladores, entre otros.

“En materia de renovación y adaptación de los rellenos sanitarios en el país hay muchas tareas pendientes y si no se estructura una política vigorosa en pocos años estaremos afrontando una crisis gigantesca”, dijo el representante a la Cámara, Fredy Antonio Anaya.

Por su parte, Víctor Javier Correa, otros de los citantes al debate de control político, pidió tener más en cuenta a los recicladores, pues en las grandes licitaciones, insistió, “quedan excluidos”.


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