Cálculo de representatividad del muestreo de especies en veda nacional


A continuación, se presenta información relevante del instrumento “Cálculo de representatividad del muestreo de especies en veda nacional indicadas en la Resolución 0213 de 1977 INDERENA, para proyectos con área de intervención definida” para facilitar su implementación por parte de los usuarios externos en la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental.

Cálculo de representatividad del muestreo de especies en veda nacional indicadas en la Resolución 0213 de 1977 INDERENA, para proyectos con área de intervención definida
Consultar documento

Preguntas Frecuentes

En el contexto del estudio y manejo de los recursos naturales y el medio ambiente en Colombia, la Leyenda Nacional de Coberturas de la Tierra (LNCT) se erige como herramienta fundamental para comprender la distribución y características de las diferentes superficies del territorio nacional.

Esta herramienta, desarrollada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (en adelante, IDEAM) a partir del año 2010, se basa en la metodología CORINE Land Cover (en adelante, CLC), que es un sistema de clasificación de coberturas de la tierra estandarizado a nivel europeo. Esta adaptación a las realidades colombianas ha permitido contar con una herramienta robusta y detallada para caracterizar las coberturas naturales y antrópicas del país a una escala de 1:100.000.

En ese contexto, la LNCT, consolida una propuesta metodológica para realizar la caracterización de las coberturas naturales y antropizadas presentes en el territorio colombiano (IDEAM, 2010). Define las unidades de coberturas de la tierra con base en criterios fisonómicos de altura y densidad, agrupando las unidades consideradas de un mismo tipo. De esta manera, se determinaron unidades de cobertura de bosques y áreas seminaturales, territorios artificializados, territorios agrícolas, áreas húmedas y cuerpos de agua; organizadas a nivel jerárquico, estimando un porcentaje de ocupación de la vegetación y el suelo.

Estas descripciones permitieron dimensionar el cubrimiento de la vegetación arbórea y sobre esto, la posible capacidad potencial de epifitismo que se pueda observar en una unidad de cobertura. Adicionalmente, dentro de la Metodología General para la Elaboración y Presentación de Estudios Ambientales (MADS, 2018) para la caracterización del medio biótico se solicita identificar los ecosistemas de un POA (Proyecto, obra o actividad), aplicando esta metodología para definir y sectorizar las coberturas de la tierra asociadas a cada ecosistema, lo que nos permite utilizar un lenguaje uniforme para todas las caracterizaciones bióticas, incluyendo las especies de flora y líquenes en veda.

El protocolo de Gradstein et al., 2003, se ha convertido en una metodología ampliamente utilizada, ya que incluye dentro de su trabajo investigativo, especies como bromelias, orquídeas, briofitos y líquenes epífitos y en otros sustratos; y particularmente, estos taxones se encuentran actualmente en veda nacional por la Res. 0213 de 1977 INDERENA; de esta forma, empezó a ser utilizada como referente técnico y su método ha sido replicado, no solo para unidades de cobertura de tipo natural con una representatividad arbórea (eg. Bosques), sino también para coberturas antropizadas en las que se proyecta un muestreo igual o mayor al calculado teóricamente establecido (5) cinco árboles para evaluar briófitos (musgos, hepáticas y antoceros), y (8) ocho árboles para evaluar líquenes y vasculares (bromelias y orquídeas), por hectárea.

En este protocolo rápido se establece una serie de parámetros fundamentados en las variables ambientales y dinámicas ecológicas en la cobertura de Bosque denso, teniendo en cuenta las características de los forófitos a seleccionar (tamaño, altura, tipo de corteza y distancia entre árboles) y el tamaño de parcela acompañante para evaluar otras formas de crecimiento; por lo tanto, al usarse en otras coberturas de la tierra, debe tenerse en cuenta las condiciones propias de cada cobertura, y analizar si es apropiado este protocolo y deberá reducirse al mínimo el número de modificaciones a realizar sobre el método o buscar otras metodologías aceptadas científicamente. (Adaptado de MADS, 2019).

La Resolución No. 0213 de 1977, expedida por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables (INDERENA), declaró como plantas y productos protegidos a todas las especies conocidas en el territorio nacional con los nombres de musgos, líquenes, lamas, quiches, chites, parásitas, orquídeas, así como, lama, capote y broza y demás especies y productos herbáceos o leñosos como arbustos, arbolitos, cortezas y ramajes que constituyen parte de los hábitats de tales especies y que se explotan comúnmente como ornamentales o con fines similares. Esta resolución estableció una veda en todo el territorio nacional para el aprovechamiento, transporte y comercialización de estas plantas y productos silvestres.

Posteriormente, en el artículo 196 del Decreto- Ley 2811 de 1974, ordenó tomar las medidas necesarias para conservar o evitar la desaparición de especies o individuos de la flora que, por razones de orden biológico, genético, estético, socioeconómico o cultural, deban perdurar; entre ellas, a proteger las especies o individuos vegetales que corran peligro de extinción, para lo cual se hará la declaración de especies o individuos protegidos previamente a cualquier establecimiento de servidumbres o para su expropiación.

En el Decreto 1076 de 2015, en su artículo 2.2.1.1.10.5.3, regula el manejo sostenible y establece condiciones para el manejo de las especies en veda. De esta manera, se incorporaron en los estudios ambientales, metodologías y métodos de análisis específicos para líquenes y flora en veda nacional registrados en áreas de influencia de los POA, garantizando representatividad en el muestreo y coherencia en el procesamiento de datos de las especies identificadas. Esta información es esencial para el análisis en el proceso de evaluación del medio biótico, la imposición de medidas de manejo y el otorgamiento de licencias ambientales por parte de la Autoridad Ambiental, cumpliendo con el artículo 125 del Decreto 2106 de 2019 y siguiendo las recomendaciones de la Circular 820122378 de 2019 (MADS).

El factor de ocupación, basado en el porcentaje de vegetación arbórea descrita en la metodología CORINE Land Cover para cada grupo de coberturas de la tierra, indica la presencia de mayor densidad o no de este tipo de vegetación. Esta información fue utilizada para determinar en cada una de las coberturas de la tierra un factor por cobertura/hectárea, que va desde 0.1 (Afloramientos rocosos), 0.3 (Tierras desnudas y degradadas) hasta 1 (Bosques) para coberturas naturales, y así mismo, se determinó para coberturas artificializadas y agrícolas. Esto permitió proponer unos valores que reflejan el porcentaje de extensión de una cobertura dada su naturaleza sobre la cual se realizarán los diseños muestréales sobre los posibles árboles hospederos aplicado para estudios sobre hábito epífito.

El instrumento apoya la definición de diseños de muestreo para estudios bióticos de flora y líquenes en veda, ya que:

  • Permite, según la interpretación de coberturas de la tierra del estudio, revisar los factores de ocupación de cada cobertura, para determinar la extensión de área sobre la cual se aplicará la metodología del protocolo rápido de Gradstein et al., 2003, y particularmente sobre el hábito epífito, ya que me arroja un valor calculado de unidades de muestreo teóricas sobre el total de hectáreas.
  • Recomienda las coberturas de la tierra sobre las cuales se tendrá mayor probabilidad de registrar especies de hábito terrestre (sobre suelo, rocas, hojarasca, troncos en descomposición), teniendo en cuenta la naturaleza y grado de disturbio de la cobertura, y, por lo tanto, la realización del muestreo sobre estas.
  • Si bien, la información utilizada se basa principalmente en las características propias de cada cobertura de la tierra, esta debe ser extrapolada a nivel de ecosistemas cuando se requiere aplicar el diseño de muestreo para estas unidades bióticas.
  • Con las cantidades de áreas de intervención definitivas por el POA, se procede a determinar ese factor de ocupación, y define las coberturas de la tierra que serán intervenidas y por lo tanto, mayor impacto sobre las especies en veda, esto ayuda a comprender los sitios donde se requiere un mayor esfuerzo de muestreo, sin desconocer los muestreos que se deben realizar y extenderse al área de influencia.
  • Apoya la definición del diseño de muestreo y el esfuerzo mínimo esperado que se debe realizar en campo, para determinar posteriormente una representatividad del muestreo, que debe ser presentada con la aplicación de estimadores o herramientas de bioestadística.

El instrumento realiza el cálculo de unidades teóricas (forófitos) con base en la información suministrada en la columna “Área a intervenir por cobertura de la tierra (ha)” y los valores de unidades de muestreo sugeridos por el protocolo de Gradstein et al., 2003; cuando se ingresan datos menores al valor de 1 hectárea, realiza el cálculo simple, brindando números decimales teóricos, que no corresponden a unidades enteras y que evidentemente no se encontrarán en campo (e.g. 1.5 o 0.5 forófitos teóricos (árboles hospederos). En este caso, es importante aclarar que la metodología del protocolo rápido de Gradstein et al., 2003, para el hábito epífito, sugiere unas unidades de muestreo por hectárea, por lo tanto, el valor mínimo a realizar deberá ser de (5) cinco árboles para evaluar briófitos (musgos, hepáticas y antoceros), y (8) ocho árboles para evaluar líquenes y vasculares (bromelias y orquídeas), cuando se presente esta particularidad, se deberá complementar con el análisis definitivo sobre la representatividad del muestreo en el estudio ambiental.

Ahora bien, si las áreas son de menor extensión y no permiten aplicar el método de la manera óptima sobre el polígono del área de intervención definida, es importante recordar que esto no es una limitante para realizar el muestreo sobre la extensión del polígono en el área de influencia, en este caso, solo se debe aclarar documentalmente la necesidad de extender su diseño del muestreo inicial para cumplir con la representatividad del muestreo para estos taxones.

Si se considera que esta metodología por las particularidades de las áreas de del proyecto y la naturaleza de las coberturas de la tierra no permite presentar un diseño muestreal que lleve a una representatividad del muestreo óptima esperada, se deben buscar otros métodos de estudio adecuados.


Imprimir