La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ANLA, otorga licencias a zoocriaderos en Colombia, según lo estipula el decreto 1076 de 2015. La operación controlada de estos centros protege a las especies nativas, entre otros riesgos, del tráfico y la caza ilegal.

El manejo ciclo cerrado también ofrece beneficios como proteger de la extinción y reducir la extracción de individuos del medio ambiente.

Además, estos centros garantizan la conservación en cuanto mantienen un número de reproductores en cautiverio que pueden, en caso de ser necesario, garantizar la continuidad de animales en libertad.

Otro beneficio adicional de los zoocriaderos es que generan empleo en los municipios donde se establecen.

La ANLA hace seguimiento a más de 60 zoocriaderos en Colombia. La mayoría de ellos se ubican en la Costa Atlántica y se enfocan en babillas y caimanes.

febrero y lo que va de marzo la Autoridad ha hecho seguimiento a centros dedicados a la cría de tortugas, babillas y ranas, entre otras especies, en los departamentos de Valle del Cauca, Córdoba, Atlántico y Cundinamarca.

A continuación se enumeran algunas de estas visitas con sus resultados más relevantes.

En Atlántico se visitaron los zoocriaderos Villa Gile en Palmar de Varela y Babilandia en Santo Tomás. Se realizaron, entre otras actividades, una verificación de huevos en la incubadora, un muestreo al azar de babillas y la verificación de tallas.

Mientras tanto, en el zoocriadero Bohmer, ubicado en Pradera, Valle del Cauca, y dedicado a las tortugas, se realizó el conteo total de animales en sus diferentes estadios productivos, se verificó el manejo de mortalidades, de residuos sólidos, captación de agua y vertimientos.

Actividades similares se hicieron en los zoocriaderos Los Caimanes (ubicado en Buenavista, Córdoba) y dedicado a las babillas y en Tesoros de Colombia Sustainable Farm (Nocaima, Cundinamarca) que se especializa en ranas. En el primero, además, la ANLA acompañó la recolección de huevos con el fin de evaluar la actividad.