La muerte y reducción del número de abejas es una tendencia mundial, cuya causa no ha sido determinada por la comunidad científica. Colombia no es ajeno a esta circunstancia y por eso la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) hace seguimiento a las empresas importadoras de plaguicidas de uso agrícola para que capaciten a agricultores y apicultores con el fin de que encuentren espacios de cooperación y sinergia.
Una de las posibles causas de la disminución y muerte de abejas es la aspersión de pesticidas de uso agrícola cerca de zonas apícolas.
La ANLA, a través del grupo de Agroquímicos y Proyectos Especiales, evalúa las solicitudes y hace seguimiento a los dictámenes técnicos ambientales para la importación de plaguicidas químicos de uso agrícola.
Dentro de estos seguimientos, la Autoridad supervisa que 68 empresas importadoras de insecticidas de uso agrícola implementen, como parte del plan de manejo ambiental, programas específicos para mitigar el riesgo sobre las abejas y polinizadores, los cuales incluyen capacitaciones dirigidas a los agricultores y los apicultores para que se reconozcan como agentes que deben trabajar de manera mancomunada.
Un ejemplo de estas capacitaciones es la que coordina el programa CuidAgro de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, que en 2017 tiene como meta desarrollar 15 actividades dirigidas a 450 beneficiarios: 225 agricultores y 225 apicultores dentro del Plan Colectivo Prevención de Riesgos a la Salud de las Abejas.
El objetivo del plan, según CuidAgro, es el de “construir una dinámica conjunta que transforme con convencimiento y compromiso los hábitos en materia de manejo responsable de plaguicidas químicos de uso agrícola y del peligro que también revisten las abejas por su picadura a seres humanos y animales.”
Además de hacer seguimiento a los programas específicos, la ANLA también exige que las empresas importadoras de plaguicidas incluyan en sus etiquetas frases de advertencia y pictogramas, que alertan sobre la peligrosidad de los productos y establecen medidas de mitigación del posible riesgo generado sobre las abejas y polinizadores.
Adicionalmente, la Autoridad, junto a los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Agricultura y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), hace parte de una mesa de trabajo que estudia y busca soluciones ante la disminución y muerte de abejas en Colombia.
Las abejas son insectos de vital importancia en la cadena alimenticia por el proceso de polinización en el que intervienen, fundamental en el nacimiento de semillas y frutos. Según la FAO, de 100 especies de cultivos que proveen el 90% del alimento mundial, 71 es polinizado por abejas.
Si bien la comunidad científica no ha determinado la causa específica de la disminución y muerte de las abejas, sí ha identificado factores de estrés que pueden señalarse como responsables en ciertos casos:
Factores biológicos: presencia de ácaros como varroa y el pequeño escarabajo de la colmena.
Factores ambientales: el cambio climático, que afecta la disponibilidad de néctar y polen. Prácticas de la agricultura moderna que han propiciado cambios y pérdida del hábitat natural de las abejas.
Factores químicos: aspersión de plaguicidas agrícolas, uso de productos veterinarios en los criaderos apícolas y cultivos vecinos a estos criaderos.
Según reportes de la Unión Europea, los científicos tratan de entender cómo estos factores interactúan y afectan a las abejas.