En Colombia se generan más de 406.078 toneladas de sustancias tóxicas, de las cuales el 39% se gestionan adecuadamente y el 23% son aprovechadas. El resto, el 28%, llega a los basureros sin ningún tratamiento, lo cual genera contaminación y riesgos para la salud humana.
Las cifras corresponden a una investigación del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) a 2015, y según la legislación colombiana este tipo de residuos se pueden exportar, siempre y cuando cumplan con una serie de reglamentaciones.
La competencia para realizar la evaluación y seguimiento de las solicitudes de autorización para la realización de movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y otros residuos desde el territorio colombiano corresponde a la ANLA.
La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales también debe pronunciarse sobre las solicitudes de transito e importación de residuos peligrosos.
El Convenio de Basilea
De esta forma, los empresarios, productores y gremios que tengan la intención de realizar la exportación de este tipo de materiales en el marco del Convenio de Basilea, deben solicitar la autorización respectiva, pues de lo contrario entrarían en incumplimiento de la ley.
El comercio de residuos peligrosos se permite por varios factores, entre ellos la inexistencia o falta de capacidad nacional para el manejo ambientalmente adecuado o insuficiencia de instalaciones autorizadas.
El Convenio de Basilea es un tratado ambiental global que regula estrictamente el movimiento transfronterizo de desechos peligrosos y estipula obligaciones a las partes para asegurar el manejo ambientalmente racional de los mismos, particularmente en lo referente a su disposición.
Control efectivo
El Convenio es la respuesta de la comunidad internacional a los problemas causados por la producción mundial anual de más de 400 millones de toneladas de desechos peligrosos para el hombre o para el ambiente debido a su características tóxicas/ecotóxicas, venenosas, explosivas, corrosivas, inflamables o infecciosas.
De acuerdo con los términos de Basilea, la forma más efectiva de proteger la salud humana y el ambiente de daños producidos por los desechos se basa en la máxima reducción de su generación en cantidad o peligrosidad.
Los principios básicos son: el tránsito transfronterizo de desechos peligrosos debe ser reducido al mínimo consistente con su manejo ambientalmente apropiado; los desechos peligrosos deben ser tratados y dispuestos lo más cerca posible de la fuente de su generación; los desechos peligrosos deben ser reducidos y minimizados en su fuente
En el siguiente link usted encontrará los documentos necesarios para solicitar la autorización de tránsito transfronterizo e información adicional de interés: http://www.anla.gov.co/autorizacion-movimiento-transfronterizo-residuos-peligrosos-y-su-eliminacion-convenio-basilea