Desarrollar proyectos productivos que beneficien a la comunidad donde se desarrollan las obras licenciadas, generar confianza entre los habitantes y socializar la importancia y los impactos de las obras, son los principales retos de las compensaciones ambientales, un tema de vital importancia para el desarrollo sostenible del país.

Así lo afirmó, el director (e) de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Guillermo Alberto Acevedo, quien señaló que es importante involucrar a la comunidad en este tipo de iniciativas, pues de lo contrario habrá resistencia para permitir la ejecución de proyectos en sectores estratégicos como minería, hidrocarburos, infraestructura y energía, donde tiene competencia la entidad.

El funcionario intervino en el foro promovido por la revista Semana sobre compensaciones ambientales y los retos que tiene el país para que desde las autoridades ambientales nacionales, regionales y locales puedan fortalecer los sistemas de seguimiento en los diferentes proyectos que requieren licencia ambiental.

En el foro participaron también, Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Ramón Leal, director de Asocars; Alejandro González, director de Corantioquia; Carlos Mario Zuluaga, director de Cornare; Vanessa Paredes Zúñiga, directora de Corpourabá; Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá; Franco Alexander Piza Rondón y el director Corporativo de Sostenibilidad del Grupo Bancolombia, entre otros.

Acevedo se refirió a la importancia de generar confianza con las comunidades aledañas a los proyectos, no solo desde la normatividad, sino desde la información y el involucramiento de la comunidad para que entiendan los proyectos y la necesidad de desarrollo sostenible.

Para la autoridad, los retos son todos los días, desde el otorgamiento o la negación de una licencia, ya que cuando se otorga la comunidad debe estar tranquila, porque se ha hecho todo el trabajo técnico necesario para que las empresas cumplan con las medidas impuestas y así incrementar las áreas de conservación.

“Hay que mejorar. Por eso hoy tenemos dos ejercicios, uno con Corporinoquia y otro con Corpourabá para que no solo se tenga el cumplimiento por tres años que obliga la norma, sino que a través del Sistema Geográfico de Información se genere todo un catastro, tanto para las entidades como para la comunidad con el fin de conocer las áreas que se han conservado y no queden de manera aislada”, subrayó.

De esta manera, el debate quedo abierto. En el foro quedó claro que, tanto las autoridades como las empresas, deben mejorar su nivel de articulación, en tanto que es necesario fortalecer el seguimiento durante la vida útil de los proyectos.